martes, 25 de enero de 2011
Para Abreviar Estos Abismos
CRONOS (DIOS DEL TIEMPO)
Tiempo
Tiempo festejado en la danza
de este trazo circular y urgente
de días sucediéndose
Celebrado en la liturgia
de un destino que niega
la vocación de sabernos en el asombro
o fugarnos ambiguos en el miedo
Tiempo cantado por el gallo
en la castidad del alba
ofrecido en su pregón
por la voz del verdulero
que anuncia el perejil y las mazorcas
cuando canta sus cebollas
Tiempo delineado en la coordenada secreta
que orienta al girasol
en la fugacidad del colibrí y su vibrante aleteo
en la distancia que separa a las astromelias del viento
Tiempo prisionero
insomne en la piedra y su oscuro silencio
en la memoria de su inercia embestida
en la arista cautiva en la geometría del cristal
Tiempo confesado por la lluvia
en los paraguas de la tarde
en el diálogo de la brisa
en el diáfano argumento de la luna en el aljibe
en el coqueto zumbido de alas
cuando ocurre el milagro de un néctar laborioso
en la queja del tambor y de la gaita
y su reclamo en la voz de los ancestros
Tiempo azotado por el trueno
rasgado por la violenta espina de la rosa
estremecido por el fragor del fuego
por el dolor que purifica y salva
Tiempo sin origen
sin final
absoluto
rastro nómada de sombras
en la clandestinidad de la luz
en la elementalidad del instante
Tiempo circular
sin llegada
sin regreso
tiempo total intangible
te ofrezco mi brevedad mis cenizas
para que repitas el milagro
en mi caída a tus abismos
en mi final.
Autor: Miguel Torres Pereira
Para abreviar estos abismos
La noche ensimismada
en su silencio unánime
acoge el vértigo
que traduce el lenguaje secreto de la zozobra
Coordenadas anónimas
de cada muerte que anticipa la caída
frente al vacio indescifrable
toda luz posible
El asedio de una lágrima
en la pupila del miedo
me confirma esta nada que alojo
me niega este todo que grito
Somos silencios en la canción nómada
que confiesa sus raíces
en el duelo del pájaro
que llora al cadáver mutilado
que alguna vez hemos sido
en cada rio recorriéndonos
con su grito terrible
en la trayectoria del relámpago
que enciende el pábilo de la noche
en la última llovizna
que bebemos en las manos
para reinventar el vértigo
en cada puente colgado
que abrevia estos abismos
donde oficia el dolor de ser fugaces
en el último salto
en el único vacío.
Autor: Miguel Torres Pereira
Atrapando Un Poco De Luz
UN MILAGRO CREPITANTE
Los dioses no sabían que yo amaba
Los dioses no sabían que yo amaba
el rito purificador
no advirtieron mi esencia fragorosa
tampoco sospecharon
que la intimidad de la piedra
me ofrecía su espíritu
en el grito de la hoguera
Fue Prometeo jugando con los hombres
quien se atrevió a colocar en sus manos
el fuego
mi promesa de ceniza
CREO EN LA LUZ Y EN LOS ASOMBROS
Detuve mi partida por creerle a la luz
que confirmó mis asombros
Advertí el murmullo de la eternidad
que aprisiona el caracol
voces haciéndose fósil en la edad de la tierra
Supe del resplandor que bebió la luciérnaga
para lanzarlo como fulgor a los cerezos
y posarlo en la manga de mi camisa
Descifré los hilos del tiempo en el nido de los pájaros
los enigmas del cosmos en sus cantos
en el temblor del agua tus miedos milenarios
Fueron mis sombras desandando la noche
persiguiendo los orígenes que se escurren
como agua de acequia
Descubrí la fragilidad del barro
en la hierba y el árbol que declinan
en las urgencias que te aniquilan y nos prolongan
Sobre este instante altísimo todo lo entiendo
Somos mar somos sangre galopando
y un grito que zozobra.
NOTICIAS DE HUMO INAUGURAL
Leo en tu señal
empinada para alcanzar el cielo
que eres grito sagrado
en el rastro que delata el oficio del fuego
Te festejo en cada nube que anticipas
en la lluvia que le engendras
en el rumbo de la brizna que revela
el milagro de los años cantados del árbol
que hoy crepitan en su danza
el destino inaplazable de ser leño
Humo inaugural de presencias ajenas
incienso en otros fuegos
que cocieron en el inicio del tiempo
un barro íntimo de tinajas rebozadas
Te muestras leve
en tus anuncios legítimos
en la primicia de aquellas piedras
que fueron templo y milagro
donde papá encendía el fuego de la casa
para inaugurar su itinerario prometido
Eres sustancia y espíritu
cuéntame de Heráclito y su cosmos cambiante
entre ignición y enfriamiento
en su aforismo estático
en el devenir de todo lo que fluye
Muéstrame las cavernas y su incendio milenario
las erupciones y el rayo
que confiesan tu presencia fragosa
cuéntame de Prometeo y la antorcha
que encendió en la esfera del sol
del tabaco del abuelo y sus dos leguas de camino
Dame noticias de lo absoluto de tu esencia
para entender la languidez de esta llama
que vacila entre mis manos
la noche y estos versos.
AL ÁNGEL ESCAPADO
Miguel Torres Pereira
Nacio en Arjona Bolívar (Colombia) 1960
Licenciado en Ciencias de la Educación. Biología
y Química de la Universidad del Atlántico.
Ganador del concurso de poesía Casa Silva en Cartagena,
1993. Premio de poesía Jorge Luis Borges
(Universidad del Magdalena, 1995). Premio
de poesía del Caribe Colombiano (Universidad
del Magdalena, 1998). Primera
mención Concurso Nacional de poesía Gustavo
Ibarra Merlano, 2005.
Autor de los poemarios De luna y piel en otro
Ámbito. Secretaria de Educación Distrital Cartagena (1996).
Estación del Instante. Colección los conjurados.
Común Presencia Editores. Bogotá (2007)
Cofundador del taller literario Encuentro
con la Palabra.
Antologado en la Antología
de poesía colombiana Nuevas Voces de Fin
de Siglo de Gustavo Revelo,1999.
Antologado en la Antología de la Poesía Colombiana
de Iván Beltrán Castillo. Fundación editorial el perro y la rana.
Caracas Venezuela (2008)
Antologado en la Antología de Poesía Colombiana
“Cincuenta poetas Colombianos y una antología”
ediciones caza de libros Ibagué Colombia 2010.
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